No esperemos a que sea demasiado tarde para apoyar y demostrarles amor a nuestros ancianos padres. Esta carta fue escrita por un hombre que veía llegar la vejez y le escribió estas conmovedoras palabras a su hijo.
Hijo mío:
El día que me veas mayor y ya no sea yo, ten paciencia e intenta entenderme.
Cuando, comiendo me ensucie; cuando no pueda vestirme, ten paciencia. Recuerda las horas que pasé enseñándotelo.
Si cuando hablo contigo repito las mismas cosas mil y una veces, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño a la hora de dormir tuve que explicarte muchas veces el mismo cuento hasta que te entraba el sueño.
No me avergüences cuando no quiera ducharme. No me riñas. Recuerda cuánto tenía que perseguirte para que lo hicieras y como me las ingeniaba para que quisieras bañarte.
Cuando veas mi ignorancia sobre las nuevas tecnologías, te pido que me des el tiempo necesario para comprenderlas y no me mires con una sonrisa burlona. Te enseñé a hacer tantas cosas… comer bien…vestirte… Y cómo afrontar la vida. Muchas cosas son producto del esfuerzo y la perseverancia de los dos.
Cuando en algún momento pierda la memoria o el hilo de nuestra conversación, dame el tiempo necesario para recordar. Y si no puedo hacerlo, no te pongas nervioso, seguramente no era nada importante y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas.
Si alguna vez no quiero comer, no me obligues. Conozco bien cuándo lo necesito y cuándo no.
Cuando mis piernas cansadas no me dejen caminar dame tu mano amiga de la misma manera en que yo lo hice cuanto tú empezaste a dar tus primeros pasos.
Y cuando algún día te diga que ya no quiero vivir, que quiero morir, no te enfades, algún día entenderás que eso no tiene nada que ver contigo ni con tu amor, ni con el mío.
Intenta entender que a mi edad ya no se vive sino que se sobrevive.
Algún día descubrirás que pese a mis errores, siempre quise lo mejor para ti y que lo que solo intenté preparar el camino que tú debías recorrer.
No debes sentirte triste, enfadado o impotente por verme de esta manera. Intenta comprenderme y ayúdame como yo lo hice cuando tú empezaste a vivir.
Ahora te toca a ti acompañarme en mi duro caminar. Ayúdame a acabar mi camino, con amor y paciencia. Yo recompensaré tu cariño con una sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido.
Te quiero mucho, hijo mío.
Tu padre
*****
Diez consejos para mantenerte joven
Hay quienes transforman el Sol en una simple mancha amarilla pero hay también quienes hacen de esa simple mancha amarilla el propio Sol.
Picasso
1.- Saluda cada día como una nueva oportunidad de realizar aquello que aún no te atreviste a emprender.
2.-. Aprende siempre nuevas cosas. Sobre computadoras, sobre arte, jardinería, cocina o lo que sea. No dejes que tu cerebro se vuelva perezoso. Una mente perezosa es la oficina del “alemán”. Y el nombre del alemán es Alzheimer.
3.- Aprecia las pequeñas cosas de la vida. Despiértate temprano para ver el amanecer. Disfruta un buen libro, la música que te agrada, una película, una mañana de sol, una tarde de lluvia. La oportunidad de ayudar a otros.
4- Ríe muchas veces, durante mucho tiempo y muy alto. Ríe hasta que te falte el aire. Y si tienes un amigo que te hace reír, pasa mucho, mucho tiempo con él o con ella. Frecuenta los amigos divertidos. Los depresivos tiran para abajo5.- Cuando aparezcan las lágrimas. Aguanta, sufre y supéralo. La única persona que se queda con nosotros toda la vida somos nosotros mismos. No siembres añoranza. Vive mientras estés vivo.
6.-Contagia de alegría tu entorno e inténtalo más allá de las fronteras personales en que has ido recluyendo con el tiempo. Viaja si puedes a un país extranjero, a una ciudad vecina, al supermercado, pero no viajes al pasado porque duele.
7.- Rodéate de las cosas que amas. Tu familia, mascotas, plantas, libros, cuadros, música ... Tu hogar es tu refugio.
8.- Cuida tu salud. Si es buena, mantenla. Si es inestable, mejórala. Si no consigues mejorarla, busca ayuda.
9.- Aparta el gris de tu vida. Enciende los colores que llevas dentro. Abre tus sentidos para no perderte nada de lo bello y hermoso que te rodea.
10.- Diles en cada oportunidad a las personas que amas, que las amas. La vida es hermosa. ¿Por qué no sonreír siempre?
Y recuerda siempre que la vida no se mide por el número de veces que respiraste sino por los momentos en que más palpitó tu corazón: de reír, de sorpresa, de éxtasis, de felicidad, pero sobre todo, de querer sin medida.******
Dios nunca se equivocaUn rey que no creía en la bondad de Dios, tenía un siervo que en todas las situaciones decía: “Mi rey no se desanime porque todo lo que Dios hace es perfecto. Él nunca se equivoca!” Esa actitud molestaba sobremanera al soberano.
Un día el siervo y el rey salieron a cazar y una fiera atacó al monarca. El siervo consiguió matar al animal pero no pudo evitar que el rey perdiera un dedo de la mano. Furioso y sin mostrar gratitud por haber sido salvado el soberano le dijo al siervo:
- ¿Dios es bueno? Si Él fuese bueno yo no habría sido atacado y no hubiera perdido mi dedo.
- Mi rey –contestó el siervo - a pesar de todo, sólo puedo decirle que Dios es bueno; Él sabe el porqué de todas las cosas. Lo que Dios hace es perfecto. ¡Él nunca se equivoca!
Indignado con la respuesta, el rey lo mandó a prisión. Tiempo después salió de nuevo para otra cacería y esta vez fue capturado por una tribu de salvajes que hacían sacrificios humanos. En el altar, listos para sacrificar al rey, los salvajes cayeron en cuenta que la víctima no tenía uno de los dedos y lo soltaron: él no era perfecto para ser ofrecido a los dioses.
El rey logró escapar de sus captores y al regresar al palacio mandó soltar a su siervo y llevarlo a su presencia. Al verlo lo recibió muy afectuosamente:
-Mi siervo, Dios fue realmente bueno conmigo. Escapé de ser sacrificado por los salvajes, ¡ y justamente por no tener un dedo! Mas, tengo una duda: Si Dios es tan bueno, ¿por qué permitió que tú, que tanto lo defiendes, fueses preso por mi?
-Mi rey – contestó el siervo- si yo hubiese ido con usted en esa cacería, habría sido yo el sacrificado pues a mi no me faltaba ningún dedo.
Muchas veces nos quejamos de la vida y de las cosas aparentemente malas que nos pasan, olvidándonos que nada es por causalidad y que todo tiene un propósito. Pide a Dios inspirar tus pensamientos, guiar tus actos y apaciguar tus sentimientos. Y no temas , pues ¡Dios no se equivoca!
Profesor
Doctor Louis Pasteur
Director General del Instituto de
Investigaciones Científicas
Universidad
Nacional de Francia
Poca Ciencia nos aparta de Dios. Mucha , nos aproxima
Hay quienes transforman el Sol en una simple mancha amarilla pero hay también quienes hacen de esa simple mancha amarilla el propio Sol.
Picasso
1.- Saluda cada día como una nueva oportunidad de realizar aquello que aún no te atreviste a emprender.
2.-. Aprende siempre nuevas cosas. Sobre computadoras, sobre arte, jardinería, cocina o lo que sea. No dejes que tu cerebro se vuelva perezoso. Una mente perezosa es la oficina del “alemán”. Y el nombre del alemán es Alzheimer.
3.- Aprecia las pequeñas cosas de la vida. Despiértate temprano para ver el amanecer. Disfruta un buen libro, la música que te agrada, una película, una mañana de sol, una tarde de lluvia. La oportunidad de ayudar a otros.
4- Ríe muchas veces, durante mucho tiempo y muy alto. Ríe hasta que te falte el aire. Y si tienes un amigo que te hace reír, pasa mucho, mucho tiempo con él o con ella. Frecuenta los amigos divertidos. Los depresivos tiran para abajo5.- Cuando aparezcan las lágrimas. Aguanta, sufre y supéralo. La única persona que se queda con nosotros toda la vida somos nosotros mismos. No siembres añoranza. Vive mientras estés vivo.
6.-Contagia de alegría tu entorno e inténtalo más allá de las fronteras personales en que has ido recluyendo con el tiempo. Viaja si puedes a un país extranjero, a una ciudad vecina, al supermercado, pero no viajes al pasado porque duele.
7.- Rodéate de las cosas que amas. Tu familia, mascotas, plantas, libros, cuadros, música ... Tu hogar es tu refugio.
8.- Cuida tu salud. Si es buena, mantenla. Si es inestable, mejórala. Si no consigues mejorarla, busca ayuda.
9.- Aparta el gris de tu vida. Enciende los colores que llevas dentro. Abre tus sentidos para no perderte nada de lo bello y hermoso que te rodea.
10.- Diles en cada oportunidad a las personas que amas, que las amas. La vida es hermosa. ¿Por qué no sonreír siempre?
Y recuerda siempre que la vida no se mide por el número de veces que respiraste sino por los momentos en que más palpitó tu corazón: de reír, de sorpresa, de éxtasis, de felicidad, pero sobre todo, de querer sin medida.******
Dios nunca se equivocaUn rey que no creía en la bondad de Dios, tenía un siervo que en todas las situaciones decía: “Mi rey no se desanime porque todo lo que Dios hace es perfecto. Él nunca se equivoca!” Esa actitud molestaba sobremanera al soberano.
Un día el siervo y el rey salieron a cazar y una fiera atacó al monarca. El siervo consiguió matar al animal pero no pudo evitar que el rey perdiera un dedo de la mano. Furioso y sin mostrar gratitud por haber sido salvado el soberano le dijo al siervo:
- ¿Dios es bueno? Si Él fuese bueno yo no habría sido atacado y no hubiera perdido mi dedo.
- Mi rey –contestó el siervo - a pesar de todo, sólo puedo decirle que Dios es bueno; Él sabe el porqué de todas las cosas. Lo que Dios hace es perfecto. ¡Él nunca se equivoca!
Indignado con la respuesta, el rey lo mandó a prisión. Tiempo después salió de nuevo para otra cacería y esta vez fue capturado por una tribu de salvajes que hacían sacrificios humanos. En el altar, listos para sacrificar al rey, los salvajes cayeron en cuenta que la víctima no tenía uno de los dedos y lo soltaron: él no era perfecto para ser ofrecido a los dioses.
El rey logró escapar de sus captores y al regresar al palacio mandó soltar a su siervo y llevarlo a su presencia. Al verlo lo recibió muy afectuosamente:
-Mi siervo, Dios fue realmente bueno conmigo. Escapé de ser sacrificado por los salvajes, ¡ y justamente por no tener un dedo! Mas, tengo una duda: Si Dios es tan bueno, ¿por qué permitió que tú, que tanto lo defiendes, fueses preso por mi?
-Mi rey – contestó el siervo- si yo hubiese ido con usted en esa cacería, habría sido yo el sacrificado pues a mi no me faltaba ningún dedo.
Muchas veces nos quejamos de la vida y de las cosas aparentemente malas que nos pasan, olvidándonos que nada es por causalidad y que todo tiene un propósito. Pide a Dios inspirar tus pensamientos, guiar tus actos y apaciguar tus sentimientos. Y no temas , pues ¡Dios no se equivoca!
****
La trampa
Esta fábula nos habla de la actitud cómoda de aquellas personas y gobiernos que viendo los problemas de sus vecinos no desean involucrarse creyendo que lo que les ocurre a otros nunca les sucederá a ellos. Pero la moraleja enseña que esa actitud egoísta entraña mucho riesgo.
Un día, estaba un rató
n de campo mirando por el agujero de su cueva y vio que el granjero le enseñaba a su esposa un paquete que acababa de traer. Sintió gran emoción al pensar que se trataba de comida. Pero cuando lo abrieron se dio cuenta aterrorizado que era una trampa para ratones.
Viendo que se exponía a un gran peligro corrió al patio de la granja para advertir a todos los animales: “Hay una ratonera en la casa, una trampa en la casa!” La gallina al oírle se detuvo un momento y le dijo:“Discúlpeme, señor ratón, entiendo que eso es un gran problema para usted, mas no me perjudica a mi en nada. No me incomoda”. Decepcionado, el ratón fue entonces hasta donde se encontraba el cordero y le dijo:
-¡Señor cordero, hay una ratonera en la casa, ¡una trampa!
- Discúlpeme, señor ratón, mas, no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo, lo recordaré en mis oraciones.
Profundamente desilusionado el ratón se dirigió entonces a la vaca y ésta le dijo:
-Pero, ¿acaso estoy yo en peligro? Pienso que no…, es más, estoy segura que no. El granjero nunca haría nada en mi contra.
Entonces el ratón supo que estaba solo y que no tenía más remedio que enfrentarse aislado al granjero y a la ratonera.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el que se produce cuando una trampa atrapa a su víctima. La mujer del granjero corrió para ver de qué se trataba, pero en la oscuridad lo que atrapó en la ratonera fue la cola de una cobra venenosa y la serpiente la mordió. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. De allí, la enviaron de nuevo a su casa con mucha fiebre y muy débil. Para reanimarla el granjero decidió prepararle una sustanciosa sopa y claro, el ingrediente principal de tan nutritiva sopa fue la gallina. En medio de la gravedad de la mujer, vinieron a visitarla muchos familiares y amigos, y para atenderlos el granjero tuvo que sacrificar al cordero. Pero la mujer no mejoró y acabó muriendo. Entonces, el granjero llevó la vaca al matadero para poder afrontar los gastos del entierro.
Moraleja: La próxima vez que alguien tenga un problema y creas que como no es tuyo, no debes prestarle atención… Piénsalo dos veces.
La trampa
Esta fábula nos habla de la actitud cómoda de aquellas personas y gobiernos que viendo los problemas de sus vecinos no desean involucrarse creyendo que lo que les ocurre a otros nunca les sucederá a ellos. Pero la moraleja enseña que esa actitud egoísta entraña mucho riesgo.
Un día, estaba un rató
n de campo mirando por el agujero de su cueva y vio que el granjero le enseñaba a su esposa un paquete que acababa de traer. Sintió gran emoción al pensar que se trataba de comida. Pero cuando lo abrieron se dio cuenta aterrorizado que era una trampa para ratones.Viendo que se exponía a un gran peligro corrió al patio de la granja para advertir a todos los animales: “Hay una ratonera en la casa, una trampa en la casa!” La gallina al oírle se detuvo un momento y le dijo:“Discúlpeme, señor ratón, entiendo que eso es un gran problema para usted, mas no me perjudica a mi en nada. No me incomoda”. Decepcionado, el ratón fue entonces hasta donde se encontraba el cordero y le dijo:
-¡Señor cordero, hay una ratonera en la casa, ¡una trampa!
- Discúlpeme, señor ratón, mas, no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo, lo recordaré en mis oraciones.
Profundamente desilusionado el ratón se dirigió entonces a la vaca y ésta le dijo:
-Pero, ¿acaso estoy yo en peligro? Pienso que no…, es más, estoy segura que no. El granjero nunca haría nada en mi contra.
Entonces el ratón supo que estaba solo y que no tenía más remedio que enfrentarse aislado al granjero y a la ratonera.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el que se produce cuando una trampa atrapa a su víctima. La mujer del granjero corrió para ver de qué se trataba, pero en la oscuridad lo que atrapó en la ratonera fue la cola de una cobra venenosa y la serpiente la mordió. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. De allí, la enviaron de nuevo a su casa con mucha fiebre y muy débil. Para reanimarla el granjero decidió prepararle una sustanciosa sopa y claro, el ingrediente principal de tan nutritiva sopa fue la gallina. En medio de la gravedad de la mujer, vinieron a visitarla muchos familiares y amigos, y para atenderlos el granjero tuvo que sacrificar al cordero. Pero la mujer no mejoró y acabó muriendo. Entonces, el granjero llevó la vaca al matadero para poder afrontar los gastos del entierro.
Moraleja: La próxima vez que alguien tenga un problema y creas que como no es tuyo, no debes prestarle atención… Piénsalo dos veces.
***
¿Ahora sí entiende?
Cuentan que el mensajero de una oficina, preocupado por su situación salarial en una empresa, decidió ir directamente ante el gerente para explicarle su problema. Su queja consistía en que el nuevo mensajero, recién llegado a la empresa hacía tres meses, había recibido un incremento salarial en tanto que el salario suyo estaba estancado desde el año anterior.
-No entiendo qué pasa conmigo, doctor- le dijo al finalizar su reclamo.
El gerente reflexionó unos minutos y luego preguntó al muchacho:
-¿Escucha ese alboroto que viene de afuera?- el chico afirmó con la cabeza .
-¿ Por qué no se asoma a la ventana y averigua qué pasa?, le dijo entonces el gerente.
El muchacho así lo hizo y luego de observar por unos momentos le comunicó al
gerente:
-Solo es un camión que se está cuadrando abajo.
El gerente lo escuchó en silencio y en seguida hizo llamar al nuevo mensajero, al cual le hizo la misma pregunta. Este fue a la ventana, miró hacia fuera y luego regresó con la siguiente noticia:
-Es un camión de placas de Boyacá que generalmente viene a descargar unos bultos de papa en la tienda El Porvenir, de aquí abajo. Como está obstruyendo el tráfico mientras se estaciona, los conductores de taxi y una ambulancia que tienen prisa están pitando como locos para que despeje el camino. El chofer se ha bajado del camión y en estos momentos está discutiendo con los taxistas, mientras sus ayudantes se aprestan a descargar la mercancía que traen.
El gerente miró al reclamante y le dijo:
-¿Ahora sí entiende?
Anécdota tomada del libro La Carta a García y otras parábolas del éxito, de Jaime Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal****
Cuentan que el mensajero de una oficina, preocupado por su situación salarial en una empresa, decidió ir directamente ante el gerente para explicarle su problema. Su queja consistía en que el nuevo mensajero, recién llegado a la empresa hacía tres meses, había recibido un incremento salarial en tanto que el salario suyo estaba estancado desde el año anterior.
-No entiendo qué pasa conmigo, doctor- le dijo al finalizar su reclamo.
El gerente reflexionó unos minutos y luego preguntó al muchacho:
-¿Escucha ese alboroto que viene de afuera?- el chico afirmó con la cabeza .
-¿ Por qué no se asoma a la ventana y averigua qué pasa?, le dijo entonces el gerente.
El muchacho así lo hizo y luego de observar por unos momentos le comunicó al
gerente:
-Solo es un camión que se está cuadrando abajo.
El gerente lo escuchó en silencio y en seguida hizo llamar al nuevo mensajero, al cual le hizo la misma pregunta. Este fue a la ventana, miró hacia fuera y luego regresó con la siguiente noticia:
-Es un camión de placas de Boyacá que generalmente viene a descargar unos bultos de papa en la tienda El Porvenir, de aquí abajo. Como está obstruyendo el tráfico mientras se estaciona, los conductores de taxi y una ambulancia que tienen prisa están pitando como locos para que despeje el camino. El chofer se ha bajado del camión y en estos momentos está discutiendo con los taxistas, mientras sus ayudantes se aprestan a descargar la mercancía que traen.
El gerente miró al reclamante y le dijo:
-¿Ahora sí entiende?
Anécdota tomada del libro La Carta a García y otras parábolas del éxito, de Jaime Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal****
Anécdota de un gran científico
Hecho verdadero ocurrido en 1892, que hace parte de la biografía de este gran hombre de ciencia.
A finales del siglo XIX, un caballero de unos setenta años de aspecto bondadoso viajaba en un tren hacia París. Durante el trayecto leía con gran atención un libro empastado en negro. A su lado un joven universitario leía a su vez un libro de ciencias. El joven percibió que el libro que leía el anciano era la Biblia pues estaba abierta en el Evangelio de Marcos. Sin mayor ceremonia, interrumpió la lectura del viejo y le preguntó:
-Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos?
- Sí-le contestó, sereno el caballero - Mas, no es un libro de cuentos, es la palabra de Dios.¿Estoy equivocado?
-¡Pero claro que lo está!- replicó exaltado el joven- Creo que usted señor debería estudiar Historia Universal.Vería entonces que la Revolución Francesa, ocurrida hace más de cien años, mostró la miopía de la religión. Solamente personas sin cultura todavía creen que Dios hizo el mundo en seis días. Usted señor debería tratar de conocer un poco más lo que nuestros científicos opinan de todo eso.
- ¿Está seguro de que es eso lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?- repuso con una sonrisa el anciano.
-Eso mismo. Pero como voy a bajarme en la próxima estación, no tengo tiempo ahora de explicarle. Déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo con la máxima urgencia.
El anciano entonces, sin modificar serena expresión, sacó del maletín que portaba una tarjeta y sin decir palabra se la dio al muchacho. Cuando éste leyó lo que allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una hormiga. En la tarjeta decía:
Hecho verdadero ocurrido en 1892, que hace parte de la biografía de este gran hombre de ciencia.
A finales del siglo XIX, un caballero de unos setenta años de aspecto bondadoso viajaba en un tren hacia París. Durante el trayecto leía con gran atención un libro empastado en negro. A su lado un joven universitario leía a su vez un libro de ciencias. El joven percibió que el libro que leía el anciano era la Biblia pues estaba abierta en el Evangelio de Marcos. Sin mayor ceremonia, interrumpió la lectura del viejo y le preguntó:
-Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos?
- Sí-le contestó, sereno el caballero - Mas, no es un libro de cuentos, es la palabra de Dios.¿Estoy equivocado?
-¡Pero claro que lo está!- replicó exaltado el joven- Creo que usted señor debería estudiar Historia Universal.Vería entonces que la Revolución Francesa, ocurrida hace más de cien años, mostró la miopía de la religión. Solamente personas sin cultura todavía creen que Dios hizo el mundo en seis días. Usted señor debería tratar de conocer un poco más lo que nuestros científicos opinan de todo eso.
- ¿Está seguro de que es eso lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?- repuso con una sonrisa el anciano.
-Eso mismo. Pero como voy a bajarme en la próxima estación, no tengo tiempo ahora de explicarle. Déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo con la máxima urgencia.
El anciano entonces, sin modificar serena expresión, sacó del maletín que portaba una tarjeta y sin decir palabra se la dio al muchacho. Cuando éste leyó lo que allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una hormiga. En la tarjeta decía:
Profesor
Doctor Louis Pasteur
Director General del Instituto de
Investigaciones Científicas
Universidad
Nacional de Francia
Poca Ciencia nos aparta de Dios. Mucha , nos aproxima
